EL ENCARNADO AMOR DE DIOS

El amor no es una cuestión de obediencia o de deber, como lo puede explicar  una madre, un padre o  una persona enamorada. El amor es la respuesta agradecida y gozosa al amor incondicional de Dios, no una ley.
El amor de Dios es un amor encarnado, está en el ser humano. Al decirnos: “que os améis”, Jesús nos indica la dirección. EL  no dice que le amemos, sino que nos amemos. No sólo que le correspondamos, sino que prolonguemos su amor hacia los demás, pasando por la vida sembrando amor y bondad como lo hizo El. BD. QDLB. Glennys. (MARACAIBO, 18/05/2012)